Valentina.

Valentina es mi gata.
La encontré en la calle cuando tenía días de nacida.
Era tan chiquita y débil que no se podía mantener en pie.
Era un 21 de febrero, mi mamá me mandó al quiosco (ajja mula me decían) y cuando salgo de mi casa escucho un ruido insoportable, como de los pajaritos cuando piden comida a la madre, exacto.
voy al quiosco que queda a la vuelta y cuando vuelvo el ruido sigue.
"Quién es el pájaro puto?" pensé entre dientes. Cuando estoy poniendo las llaves en la cerradura veo dos orejitas que se asoman de entre unos pastos de unos no sé, 8 centímetros.
Me acerco y era un feo animalito negro y blanco que me miraba.
Voy corriendo a mi casa y la llamo a mi mamá, pero estaba ocupada bañando a Samy, una de mis perras cocker a la cual amo.
Entonces sale mi tía y mi hermana. Agarré en brazos al pobre animalito y pensé "Hay que meterla en casa".
A los dos minutos luego de que mi tia entrara y le haga la tremenda psicológica a mi vieja, esta salió.
La miro y dijo "Vamos" y mi gata la siguió.
Entró, le dimos de tomar porque no podía ni masticar de lo chiquita que era.

(en esta foto ya tenía un mes y medio)

Mi viejo, ODIABA, a los gatos, pero los ODIABA. Llegó y me vio tirada en el piso con una caja a la que le habíamos puesto una de esas mochilas de tigrecito y me dice:
"Florencia, no"
"Uh papi dale porfi"
"uhm... Florencia no me mirés así.... Uh bue, pero no la quiero ver en la cama, no la quiero ver ni cerca mio, ok?" **
"OK OK OK"
"Cómo le pusieron?"
"Valentina"

Y así, desde ese 21 de febrero del 2005 la gata lo recibe en la puerta a mi viejo cuando llega de laburar.

Es la gata más inteligente... Y aunque no sea tan buena como mis perros, que ya están viejitos y los amo con toda mi alma, a ella también la quiero.


**(jajaj viejo como te cabió)